Estamos acostumbrados a pensar en las grasas como algo nocivo y a controlar, las relacionamos con enfermedades cardiovasculares, degenerativas, cáncer, obesidad, y un largo etc. Sin embargo, esto no es del todo real.
Existen ciertos tipos de grasas – más adelante les contaremos cuáles son – de vital importancia para nuestra salud y la de nuestros gatunos y perrunos compañeros de piso, para ellos las grasas son muy necesarias y van situadas por detrás de las proteínas en el orden de importancia.
Las grasas suministran muchísima energía, para que nos hagamos una idea, en proporción, las grasas le suministran casi tres veces más energía a nuestros compañeros que las proteínas y los carbohidratos juntos; les ayudan a mantener constante la temperatura corporal, también ayudan en la digestión y en la absorción de alimentos, recubren y aíslan las fibras nerviosas, y tienen un gran papel en la producción de corticoides, además, son fundamentales en la absorción de las vitaminas liposolubles.
¡Ahora nos molan! Pero ¿cuáles son exactamente las grasas alimentarias buenas?
Diferentes tipos de grasas
Las grasas que el cuerpo obtiene de los alimentos le brindan a éste ácidos grasos esenciales: ácido linoleico y ácido linolénico. Y se denominan “esenciales” debido a que el cuerpo no los puede producir por sí solo o no trabaja sin ellos. El cuerpo los necesita para el desarrollo del cerebro, el control de la inflamación y la coagulación de la sangre. (1)
Todas las grasas están compuestas de ácidos grasos saturados e insaturados. Se denominan saturadas o insaturadas dependiendo de la cantidad de cada tipo de ácido graso que contienen.
Existen tres tipos de grasas alimentarias: monoglicéridos, diglicéridos y triglicéridos al contener uno, dos o tres ácidos grasos respectivamente. Y serán saturadas si se mantienen en estado sólido a temperatura ambiente o poliinsaturadas si se transforman en liquidas a temperatura ambiente – como los aceites –. Ahora bien, centrémonos en los Ácidos grasos poliinsaturados.
Los ácidos grasos poliinsaturados (PUFAS) Se dividen en:
- Omega-6: constituido por el ácido γ-linolénico y el ácido araquidónico: Tienen un efecto pro-inflamatorio en el organismo.</span>
- Omega-3: incluye el ácido α-linolénico, ácido eicosapentaenóico (AEP), ácido docosahexaenóico (ADH): Ayuda a disminuir la inflamación.
Ahora sabemos que tanto el Omega-6 como el Omega-3 se complementan equilibrandose para controlar la respuesta inflamatoria del organismo.
Teóricamente por cada 5-10 moléculas de omega-6 los perros y gatos deberían ingerir 1-3 moléculas de omega-3.
Respetar estas proporciones es de mayor importancia en animales con problemas hepáticos o neoplasias, enfermedades dermatológicas, cardíacas y artrosis; Ya que este equilibrio nos permite gestionar la respuesta hormonal que controla a las células inflamatorias. (3)
¡Vamos ahora a la parte práctica!
Si nuestro perro y/o gato se alimenta de manera natural (dieta BARF) e ingiere regularmente carne de vaca y pollo de criadero intensivo (aves alimentadas a base de pienso) tendrán una relación entre el omega 6 y el omega 3 de 20 a 1. (4)
Demasiado omega 6, ¿verdad?
La solución es simple, bastaría con equilibrar la ingesta de ciertos tipos de nutrientes y dependiendo del caso añadir aceite de salmón salvaje. A razón de 250-500mg por cada 10 kg de peso del animal.